La cultura y el arte como medio de resistencia

En el año 1997 debido a la violencia que se vivía en la zona del bajo Atrato, departamento del Chocó en Colombia las 23 comunidades que vivíamos en la región del rio Cacarica fuimos desplazadas.

Muchos de los jóvenes que fuimos desplazados nos dimos de cuenta de que nuestra tradición cultural y ancestral se estaba perdiendo así que iniciamos a organizarnos para recuperar algunas expresiones artísticas para así a la vez conectarlo con lo que estábamos viviendo.

De esta forma nos empezamos a organizar y reunirnos periódicamente. Al principio nos enfocamos a trabajar en teatro y danza con el objetivo de dar a conocer el desplazamiento que habíamos sufrido y en las condiciones que estábamos viviendo. A lo largo de este proceso sentimos que también tenía efectos terapéuticos ya que nos ayudaba a canalizar los sentimientos negativos como la rabia y la tristeza. También acabó siendo un punto de unión y acercamiento entre los jóvenes procedentes de diferentes comunidades de población desplazada.

A raíz de los talleres realizados con jóvenes en Turbo, un chico de la comunidad compuso una canción la cuál llamó La Guerra, y al cantarla en grupo nos dimos cuenta que era muy parecida a canciones de rap que habíamos escuchado en la radio. A partir de aquí lo iniciamos a llamar rap y a componer otras canciones denunciando e informando sobre los ataques que nosotros los jóvenes como uno de los grupos más vulnerables de la población, estábamos viviendo.

Debido a la situación de extrema pobreza que sufríamos, muchos jóvenes diariamente estaban tentados de irse a las filas de los diferentes grupos armados, así que empezamos a hacer difusión a través de este género para crear conciencia sobre las repercusiones de participar en el conflicto armado y así generar cohesión entre nosotros y poder evitar que los pobres continuáramos matándonos entre nosotros. Ya que es evidente que los jóvenes de familias de clase alta no tienen la necesidad de arriesgar sus vidas y así venderse a ningún actor armado.

A partir de esta experiencia personal se ha podido constatar los múltiples efectos positivos que tiene el arte y sobretodo la música en la construcción de paz y prevención de la violencia en jóvenes.

Y es por eso que a través de Chocoproducciones trabajamos para y por la promoción de la paz a través de la composición musical y lo hemos venido plasmando desde el año 2015 a través del proyecto de Empoderamiento de jóvenes líderes de la cuenca del rio Cacarica, Chocó en Colombia.

Rap desde la selva, una herramienta de construcción de paz.